domingo, 25 de octubre de 2009

Siempre Tú

Tu presencia Hervidero de envidias

de una multitud frustrada,

tu piel la más preciada,

tu sonrisa la más buscada

aún cuando tus ojos

funden la noche con el día.

Y el clamor de la gente,

porque sólo eres mía.


Capricho del destino,

que al no poder con nuestro amor

quiso llevarte consigo.

Y si hoy sigo con vida

es por temor a perder mi único consuelo,

el amor, si yo muero.

sábado, 10 de octubre de 2009

Extremadura

Llorarán bellotas las encinas,
y yo compartiré las lágrimas de mi tierra.
Partirán los viajeros armados,
que cambiarán sus lanzas por palabras.

Aguardan buitres la muerte de su presa,
que camina moribunda pero libre.
Se cobijan las ciudades en su abrigo,
de piedra y torreones vetustos.

Venció el día a la noche hace tiempo,
alimentando los reflejos de los ríos.
Abrieron los brazos a los peregrinos,
poniendo jamón y vino en la mesa

Brotarán bellotas de mis ojos
cuando marche lejos de mi tierra.
Brotarán bellotas de mis ojos
cuando oiga decir… Extremadura

viernes, 9 de octubre de 2009

Añoranza



No hay fuerza que más me empuje que la que reside en tu interior.
Y no hay luz que más me ilumine que la que brilla en tu corazón.

Y no es el resplandor de tu cara el que atrae mis miradas,
Sino la sonrisa de tu alma la que calma mis entrañas.

Y aun cuando te veo sin mirarte, te siento.
Y aun cuando te abrazo sin tocarte, te alcanzo.

Y aunque soy capaz de sentirte sin mirarte
y de abrazarte estando lejos,
me acerco a mi ventana y observo,
porque sería la única forma de volver a verte.

Mi día


Noche con lluvia, noche que llora.
Mis lágrimas caén en las cataratas del alma,
donde mis sufrimientos se agolpan.

Persianas abiertas, reflejos del alba.
Despierto en mi cama, y recuerdo tu cuerpo,
que se gira y me abraza.

Tardes de siesta, sobremesas de besos.
Desvelarnos los secretos con miradas pausadas,
donde las mantas ya no calientan.

Noches eternas,
mañanas no deseadas,
tardes de espino.

Tonto

¡Tonta!, mirame a los ojos.
¡Tonta!, dame un beso en la mejilla.
¡Tonta!, no te creas lo que diga.
Tonto yo, que creí que me querias.