domingo, 25 de octubre de 2009

Siempre Tú

Tu presencia Hervidero de envidias

de una multitud frustrada,

tu piel la más preciada,

tu sonrisa la más buscada

aún cuando tus ojos

funden la noche con el día.

Y el clamor de la gente,

porque sólo eres mía.


Capricho del destino,

que al no poder con nuestro amor

quiso llevarte consigo.

Y si hoy sigo con vida

es por temor a perder mi único consuelo,

el amor, si yo muero.

1 comentario:

  1. Un apasionado poema, aunque acongojante, señal de que se ha logrado transmitir lo que se pretendía
    Felicitaciones, amigo

    ResponderEliminar